Anécdotas videojuegüiles (III) Mi experiencia con penumbra

Un día, un amigo vino a mi casa con uno de esos discos llenos de demos y algún que otro juego que regalan con la micromanía, después de la instalacion comencemos a jugar, en el juego parecía que nos encontrábamos un edificio ruinoso encerrados en una sala. Inmediatamente intentamos escapar moviendo todos el mobiliario hasta encontrar una rendija de ventilación, uso una moneda aplastada como destornillador y consigo descubrir que dentro del recinto hay seres extraños es por ese motivo por el que camino paso a paso lentamente, rodeándome de una atmósfera de terror. Sin que yo lo quiera tengo que entrar en una sala que estaba bloqueada y yo acojonado voy mirando cada habitación bloqueando la habitación con todo el mobiliario (Una idea que asimile de la primera barricada que encontré), en la primera sala se encontraba una grabacion de un doctor que fue asesinado, en la segunda sala me encontré con mi prisión y la tercera sala no se podía abrir sin cortar la electricidad. Tras conseguir entrar y bloquear la salida procedo a saquear la habitación. Cuando ya he conseguido una jeringuilla se escuchan unos pasos y me hecho en una esquina esperando que no me haya visto, noto sus pasos lentamente acercándose con mi colega acojonado junto a mi. En cuanto veo la luz y escucho la palabra:

-Nothing!

En ese momento, salto de alegria y digo:

-¡Es humano, la ayuda a llegado!

Inmediatamente quito las cajas amontonadas en la puerta y le abro la puerta a mi salvador….

¡La pesadilla ha terminado!

 

 

Falso, la pesadilla acaba de comenzar